Antes de empezar a depositar mis ideas, opiniones y pensamientos en este blog, siento que es necesario dar una explicación referente al por qué de su nombre. A medida que pase el tiempo, quizá se darán cuenta de que me obsesiona un poco el explicar el por qué de las cosas, incluso de algunas cuya razón no es particularmente trascendental para nuestras vidas. Pero no es secreto para nadie que todo tiene un por qué.
Empecemos con la definición que nos da el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
cachivache
1.m. desp. Utensilio u objeto arrinconado por inútil.
Ya pueden ver que detrás de la rimbombante y quizá chistosa palabra se esconde un significado bastante triste. Es el destino de muchas de nuestras ideas el perecer en el vacío de la inutilidad porque simplemente no tomamos la molestia de plasmarlas en algún lado. Al final, somos nosotros mismos quienes determinamos la inutilidad de nuestros pensamientos, y eso nos convierte en nuestros propios verdugos. Al menos ese es mi caso.
Este cachivachero, (cuya informal escritura con Ka sólo responde a la simple razón de que el nombre original ya había sido tomado en Blogspot y a la falacia idiota de que las cosas con Ka son más recordables que las cosas con Ce) es mi segundo intento de mantener un blog, y esta vez espero poder garantizar un lugar de reposo a estos pensamientos que he jurado no abandonar y que tantas veces he abandonado.
Bienvenidos entonces a este cajón de inutilidades, al rincón del ático de mi alma donde habitan criaturas fascinantes, resentimientos gruñones, miedos que carcajean, filosofías ilustradas e iniciativas cobardes. Mi padre siempre ha insistido en que me es difícil desprenderme de las cosas. Quizá por eso escribo este blog. Quizá hasta en eso tiene razón.
Kenbei.
Tengo el feeling de que voy a ser una asidua lectora de este blog... EXITO con tu k-chivachera!!!
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