Después de descubrirla, odio un poco al mar por habérsela llevado. Somos muchos los prisioneros en un mundo cuadrado. Al menos tenemos sus poemas para recordarla. A Alfonsina, por supuesto:
Cuadrados y ángulos (Alfonsina Storni)
Casas enfiladas, casas enfiladas,
casas enfiladas.
Cuadrados, cuadrados, cuadrados.
Casas enfiladas.
Las gentes ya tienen el alma cuadrada,
ideas en fila
y ángulo en la espalda.
Yo misma he vertido ayer una lágrima,
Dios mío, cuadrada.
A Alfonsina se la llevó el mar porque el mar sabía que no merecía acabar en una caja...
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