lunes, 14 de abril de 2014

Destierro

Puedo
evocar los momentos más inútiles.
Los instantes de irrelevancia
que conforman
mis nostalgias.

Muchos
apoyaron mi partida:
alejarme me llevaría
a aquello que llaman
éxito.

No sé
si fue bueno o malo;
el bienestar que poseo
tuvo un precio muy
caro.

Pasa
el tiempo y sus torbellinos,
pero mi afán de recordar
no se detiene
nunca.

Siento
un enorme vacío
rodeado de cachivaches
absolutamente vanos,
inútiles.

Vibran
las cuerdas del alma
cuando escucho las canciones
que invocan viejas
imágenes.

Extraño
todo lo que alguna vez
di por hecho, por normal;
me hace falta
mi vida.

Transito
un camino en desgano:
conozco viajeros nuevos
pero volteo hacia atrás 
y lloro.  

Soy
un fantasma que sonríe,
un payaso hilarante
engañando lamentos con
risas.

Duelen
la indiferencia del olvido
y los silencios
del exilio.


No hay comentarios:

Publicar un comentario